miércoles, 15 de julio de 2015

Que tus acreedores no te gobiernen: la moraleja griega

Buenos días a todos y a todas.

En estos días de plomo para los ciudadanos de la UE que creemos que la Europa de los mercaderes ha vencido (de momento) a la Europa de los ciudadanos, es necesario reflexionar sobre el caso griego y que veamos ideas que se pueden extraer para la gobernanza de nuestras empresas.

 "Tsipras entre el poli bueno (Hollande) y el poli malo (Merkel)"
  1. Si tu empresa (país) no es eficaz, no está sano, no crece, trabaja en B, no está ubicada en un sector en expansión o de alto valor añadido y paga mucho a algunos elementos no productivos es muy difícil que alguien te preste dinero.
  2. Pide créditos solo para inversiones, no para pagar tu gasto corriente.
  3. Tienes que saber negociar, no convoques referendums a lo loco como Tsipras. Si vas a enfadar a la otra parte que sea por que tienes un bazooka guardado bajo la mesa para defenderte.
  4. El acreedor mientras mayor es, más condiciones pondrá en la gestión de tu empresa y, si es necesario para recuperar su préstamo, te sacará de la empresa y se quedará con ella. 
  5. En el momento que te quedas sin liquidez no tienes argumentos para negociar. El tiempo corre contra ti.
  6. Si el acreedor deja de confiar en tí porque no cumples con los plazos o compromisos suscritos te va a costar mucho más dinero y compromisos recuperar esa confianza.
¿De verdad necesitamos ese crédito? ¿Cómo lo vas a devolver? ¿Te has leido la letra pequeña?

No tener deudas te da total libertad en la toma de decisiones personales y empresariales. Las deudas te condicionan y te obligan a jugar sobre seguro, es decir, todo lo que hagas se encaminará a, ante todo, garantizar que puedes devolver los empréstitos.

Saliéndome un poco del contenido habitual os quiero trasladar una reflexión personal. En España no creo que estemos sacando las lecturas correctas de Grecia. Gobierno, instituciones y grandes empresas se muestran satisfechas con un crecimiento basado en un aumento constante de la deuda pública (1.046.192 millones de € en el primer trimestre de 2015. A final de  2011 la deuda pública era de 743.531 millones de € Fuente: Diario Expansión), un mercado de trabajo basado en bajos salarios y contratos temporales, una economía dependiente del turismo y con un problema de mercado y suministro energético por resolver. Y  la corrupción, el dinero negro y el fraude fiscal que casi se me olvida. En fin...

Si no cambiamos  este capitalismo mediterráneo de amiguetes por un modelo económico y social distinto   todo lo que escriba en este blog será inútil.

Tenemos que andar un nuevo camino.



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