martes, 10 de febrero de 2015

Consejos de un emprendedor a emprendedores: Escarmentar en cabeza ajena

En estas breves líneas quiero compartir con vosotros algunas ideas que me han surgido en mi primer mes de experiencia emprendedora y que os pueden ser útiles. O  no. Como sabeis, y si acabais de encontrarme y no lo sabeis os lo cuento, estoy montando una consultora de empresas. Creo que es mejor escarmentar en cabeza ajena que perder una noche de sueño o unos cientos de euros en persona.




  1. Ten clara tu idea de negocio y lo que vendes. Sé concreto, y mucho, en los productos y servicios que ofreces. Los clientes en mi sector buscan especialistas, no generalistas.
  2. Calcula los gastos de forma exacta y estricta. Por que los ingresos son solo previsiones, es imprescindible tener claro lo que se te viene encima.
  3. Haz labor comercial, que te conozcan, vende, relaciónate con gente y cuénta lo que haces. Intenta no parecer un sociópata hablando de tu empresa 24/7. A un loco no le compra nadie
  4. Prepárate para resistir. Nada es perfecto, emprender menos y los clientes no correrán a tu encuentro ansiosos por que les vendas.
  5. Prepárate para ser flexible. El cliente será el que decida a qué te vas a dedicar realmente y es muy posible que al moverte en el mercado detectes nicho de oportunidad que desconocías. El cambio es bueno.
  6. Búscate compañeros de viaje fiables. Por compañeros de viaje me refiero a aliados que necesitarás para captar clientes o presentar proyectos.Por fiables me refiero a gente seria, honrada y cumplidora.
  7. Cobra por tu trabajo. Parece una estupidez, pero huye de los que te cambian tu trabajo por invitarte a una comida o a una cerveza. O los "amigos" que te dicen que como que les vas a cobrar por tres horas de análisis contable, que eso para ti es un rato. Recuerda, si haces algo que te gusta y no cobras por ello tienes un hobby, no una empresa.

Espero que os sea de ayuda, yo voy a seguir con mi camino a ver qué sucede.



domingo, 1 de febrero de 2015

Dirección de transición: el Señor Lobo en su empresa

Entre los muchos vicios socialmente aceptados que tengo destaca uno poderosamente: Soy un fanático de Tarantino. Esto viene a colación porque en su magnífica "Pulp Fiction" encontramos una metáfora perfecta de lo que es un interim management o director de transición. Creo que es una figura muy interesante para las empresas en estos momentos de ajetreo permanente que vivimos.

En una de las escenas de esta película (Aviso: todo lo que voy a contar es un spoiler) los dos protagonistas, Vincent Vega (John Travolta resucitado) y Jules (Samuel L. Jackson con peluca afro) terminan en casa de un amigo escondidos con un coche en cuyo asiento trasero llevan un fiambre y litros de sangre esparcidos en el interior. Llaman a su jefe pidiendo ayuda, el cual les manda al Señor Lobo (Harvey Keitel, bendito sea.)  Su frase de presentación es "Hola, soy el señor Winston Lobo. Soluciono problemas". Analiza la situación, les explica como salir del problema, les da instrucciones concretas y dirige sus actos para conseguir salir del atolladero.

Un director de transición desarrolla un papel muy similar al del Señor Lobo, pero sin el estilo mafioso. Es un ejecutivo de alta cualificación o experiencia al que contrata una empresa durante un tiempo limitado para conseguir unos objetivos. Es una figura que se utiliza en momentos de estress organizacional o en momentos clave como el lanzamiento de un producto, o como en el caso expuesto, en un momento de crisis o de crecimiento en el que te están sobrepasando las circunstancias y el equipo directivo está desbordado (De hecho Jules y Vincent están mucho más que desbordados, están a medio paso de ir a chirona).

El director de transición pacta el tiempo que va a estar y su remuneración así como el plan de trabajo. Su prestigio depende de que el trabajo encargado salga bien. Y de su prestigio depende que lo sigan contratando. Su tarea se establece en base a objetivos lo que garantiza su implicación en la empresa. Y se adapta rápidamente a la nueva situación.

Los interim managers intervienen en situaciones excepcionales y normalmente urgentes. Se trata de una práctica bastante extendida en países como Inglaterra o Estados Unidos pero poco habitual aún en nuestro país. La principal ventaja para la empresa es que no ha de contratar a un nuevo directivo, con lo que el coste no es fijo, sino variable. El interim manager, además, no amenaza la posición del resto de directivos, porque no está ahí para quedarse.

Esta figura además no es exclusiva de grandes empresas. Pensemos en una start up cuyos miembros son magníficos ingenieros pero carecen de  habilidades directivas, con esta figura tienes a un coste reducido y de forma temporal a un profesional que te ayudará en el despegue de tu negocio. Con un Señor Lobo cerca duermes más tranquilo. Que tienes una negociación con clientes, el Señor Lobo te asesora; pelea entre los socios, el Señor Lobo os calma y os ayuda a buscar puntos de encuentro; que estais desbordados por proyectos, el Señor Lobo os monta y dirige el flujo de trabajo. Suple carencias estratégicas en momentos decisivos.

No puedo terminar este post sin darme el gusto de poneros un link a esta escena de la que hablo al comienzo el texto para que conozcais en persona al caballero. Parad máquinas tres minutos y relajaros. Y gracias por leerme.

https://www.youtube.com/watch?v=ULLsucrwSf4





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Hoy he leído una reflexión de George Soros en el diario El País  sobre lo idóneo que sería para la UE financiar la deuda en la que van a in...