martes, 15 de septiembre de 2015

Las dudas matan, la indefinición remata.



Hola amigos y amigas.

Este fin de semana fui asaltado por un conocido profesor de universidad de mi ciudad que ha montado varias empresas. Me invitó a un café y vi claro que me iban a contar una historia, y que me iba a pedri un consejo. A los 5 minutos la historia era de terror y el consejo se convertía en un manual de management.

Me habló de una start up en la que estaban 3 socios. Uno era el que ponía el dinero, otro generaba ideas y otro se encargaba del área comercial. Nadie le decia a otro lo que hacía, cada área trabajaba independientemente, no hacían comunicación en redes sociales, le daban un precio distinto a cada cliente, no habían priorizado servicios que prestar... Vamos, un circo de tres pistas.

La duda, la duda, con su terrible nombre de perrita rusa


-¿Que harías?, me preguntó.
-Cobrarte 3.000 euros como director de transición y ordenarte el cortijo.
-No los tengo, ¿por este café y una tostada mañana que me das?.
- Un consejo. Define. Sentaros los tres socios y analizad quienes sois, por qué estais juntos, qué vendeis, a quién, como, por cuánto. Cómo os comunicareis con los clientes y prescriptores, cómo hablareis entre vosotros y donde quereis estar dentro de 6 meses y 1 año.Cuando vais a contratar al interim manager que os lleve el negocio por que no sabeis un pimiento de cómo es una empresa y cómo funciona y os vais a dar un trompazo.

Se levantó un poco mohino y se despidió de mí.
-Salgo con más dudas de las que entré.
-Lo vuestro no es un problema de dudas, es un problema de definición. No sabeis que quereis ser de mayores. Y por un café y una futura tostada demasiado que no me he levantado y te he mandado a Soria. Suerte.

¿Y vosotros lectores? ¿Habeis definido los principales elementos de vuestro negocio? ¿A qué esperais?

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