martes, 24 de marzo de 2020

Siempre vienen cambios

No soy epidemiólogo ni médico. No voy a hablar de patrones de contagio, proyecciones de enfermos y fallecidos. La crisis de esta pandemia provocada por el coronavirus va a provocar y acelerar los cambios en nuestra sociedad y economía. Quiero compartir con vosotros, en estos días de honda preocupación, una serie de reflexiones. 

La única certeza que tengo es que todos se mueve y que los cambios pueden ser a peor. Comparto el lúcido pesimismo de Pier Paolo Pasolini: “El mundo, por el contrario, lo que sí puede hacer es empeorar. Por eso es por lo que hay que luchar continuamente; y luchar, además, por un objetivo mínimo, es decir, por la defensa de los derechos civiles (cuando se hayan obtenido a través de anteriores luchas). Los derechos civiles están constantemente amenazados, constantemente en peligro de ser suprimidos. Es necesario, pues, luchar para crear nuevos modelos de sociedad, en los que el programa mínimo de los derechos civiles esté garantizado.”

Viene una recesión económica que puede igualar a la de 2008, como poco…



1) El valor de lo público.

Esta crisis sanitaria nos ha obligado a fijar nuestro foco de atención en el sistema público de salud. Ahora percibimos el enorme beneficio que supone para nuestra sociedad disponer de una sanidad universal y gratuita financiada a través de los impuestos. Tenemos un sistema sanitario de Schrodinger ya que decimos que es uno de los mejores del mundo y que, en esta crisis, tiene problemas graves. Ambas afirmaciones son ciertas pero la vanidad de la primera ha tapado a la realidad de la segunda. ¿Hemos vivido una década perdida para nuestro estado del bienestar?

En un momento de crisis hemos abandonado el feroz individualismo. (Recuerden a los que decían que el estado metía la mano en el bolsillo del ciudadano a través de impuestos. Están escondidos pero volverán). Ahora exigimos que el estado, la comunidad, nos saque del atolladero. ¿Qué ocurrirá cuando pase el shock? Yo solo espero que no olvidemos rápidamente la fuerza de la comunidad, de la solidaridad y que no prestemos atención a la miríada de cretinos que en redes y medios nos dirán que ellos ya lo vieron.

Desde lo público se tendrá que reconstruir la economía y la sociedad.cEl haber descuidado y recortado este espacio, haber apostado por privatizaciones encubiertas alegando falta de recursos me lleva a una pregunta. ¿De verdad no había recursos?¿Estamos dispuestos a pagar más impuestos? Esto me lleva a la segunda cuestión



2) El capitalismo cambiará o nos romperá

La suma de globalización, digitalización y ultraliberalismo se está mostrando como un acelerador de la desigualdad a nivel global tanto en la bonanza como en las crisis. Ha sido emocionante ver a liberales de todo cuño pedir a voces la intervención del estado para arreglar lo que la mano invisible, e inexistente, del mercado no puede arreglar. Hemos de romper ante la realidad vivida en la crisis de 2008 de privatizar beneficios para unos pocos y socializar las pérdidas para la gran mayoría.

Para salir de la crisis que viviremos hemos de contar con dinero y medios, y eso solo se logra a través de impuestos. Las rentas medias y altas tendrán que pagar más. Y si tienen dudas que recuerden siempre el ejército de personas con rentas bajas que les están protegiendo: policías, médicos, enfermeras, científicos… Y hemos de plantear si nuestra economía paga lo que tiene que pagar a quienes tiene que pagar.

Los mercados financieros y las grandes fortunas y fondos que tienen detrás no pueden permanecer ajenos a esta realidad y han de colaborar. Por ejemplo, no castigando los diferenciales de la deuda de los paises en crisis. Como sociedad hemos de responder a una serie de preguntas complejas: ¿Vamos a combatir de verdad el fraude fiscal? ¿Vamos a eliminar los paraísos fiscales y las figuras turbias como las empresas offshore? ¿Vamos a comprar entendiendo lo que significa comprar muy barato en cuanto a consecuencias negativas laborales o medioambientales? 

Los más que menos tenemos tendremos que producir y consumir para que esta rueda no pare. Esta crisis económica tiene mucho de catástrofe natural y hemos de actuar ante ella como tal. Es un choque en toda la cadena de valor, oferta y demanda se ven afectadas. Tendremos que inventar nuevas medidas y aplicarlas. Posiblemente tengamos que poner dinero en manos de quienes no tienen para que consuman y no se detenga la rueda de la economía. 

Si dejamos que nuestra economía y sociedad funcionen como hasta ahora ante cualquier pandemia o crisis que nos llegue sufriremos consecuencias dolorosas materiales y humanas. Esta pandemia nos ha hecho ver que la isla Europa es tan vulnerable como otras zonas del mundo. Y Europa me hace pasar al siguiente punto.

3) La falta de estrategia se paga con sangre.

La Unión Europea ha de demostrar que es útil no solo para las empresas o los mercados. Ha de cuidar y proteger a sus ciudadanos.

Europa ha de tomar su posición en el mundo entre un modelo ultraliberal y un modelo dictatorial. Nos van a intentar vender la seguridad del liderazgo autoritario los movimientos ultras de Europa y seducir con sus vacuas promesas a la ciudadanía. Los liberales deberán admitir que su omnisciencia ha pasado a mejor vida.

Europa ha de desarrollar una estrategia y cooperación común en salud, ciencia, medio ambiente, fiscalidad y economía. Solo así tendrá sentido y fortaleza ante los mercados sacar los eurobonos. Nadie comprará deuda de una entidad que no tenga una estrategia para ganar el futuro.

Hemos de tener industrias que nos permitan estar abastecidos y defendernos ante las crisis de todo tipo, hemos de disponer de reservas estratégicas de energía, alimentos, material sanitario, medicamentos y otros elementos que poder desplazar a la zona más necesitada. Necesitamos una estrategia de gestión de datos (big data) y uso de las inteligencias artificiales que nos permitan afrontar estas crisis sin renunciar a nuestros derechos de ciudadanos que viven en democracias.

Europa ha de ser un espacio de alta productividad y líder global en determinados campos que nos permita pagar y mantener nuestro estado del bienestar y nuestra forma de vida. No puede estar pasando por delante de nosotros la Inteligencia Artificial, el 5G y la generación de energía renovable sin tener una política de liderazgo.

Nuestras sociedades son liberales y han peleado décadas por conseguir derechos sociales y un Estado del Bienestar que estaban en peligro en 2008. Ahora vuelven a estarlos por que los partidos totalitarios y ultras intentarán sacar provecho de esto para beneficiar a sus identidades nacionales y a sus millonarios patrocinadores. Usarán un mix de nacionalismo, racismo, mentiras y el tóxico mensaje de que un estado centralizado y absoluto nos mantendrá a salvo.


La Unión Europea ha de adelantarse a un futuro complejo e incierto a través de estrategias flexibles basadas en grandes consensos ciudadanos y los valores que a día de hoy nos unen: democracia, libertad, igualdad, estado del bienestar y justicia social.

Bonos perpetuos de solidaridad europea

Hoy he leído una reflexión de George Soros en el diario El País  sobre lo idóneo que sería para la UE financiar la deuda en la que van a in...