miércoles, 22 de abril de 2020

Bonos perpetuos de solidaridad europea

Hoy he leído una reflexión de George Soros en el diario El País sobre lo idóneo que sería para la UE financiar la deuda en la que van a incurrir sus estados miembros para financiar la crisis sanitaria, económica y social que está provocando la pandemia del COVID-19 a través de bonos perpetuos. Me explico.



Soros es un personaje con aristas, muy conocido a nivel global en los mercados financieros, capaz de provocar una crisis monetaria en el 92, ganando mil millones de dólares en unos días,  y al mismo tiempo ser un filántropo de talla mundial. Un señor curioso.

Soros es una de las personas que mejor conoce el capitalismo global y financiero (!!Es uno de los que lo ha inventado¡¡¡) y si propone esto creo conveniente leerlo con atención.

Responde a la pregunta que muchos economistas nos hacemos: ¿Cómo vamos a pagar todo lo que se nos viene encima? Todos recordamos los vaivenes posteriores a la crisis de 2008 respecto a la especulación con las deudas públicas de varios países europeos, entre ellos España. Recomiendo leer este post del Profesor Eduardo Martínez Abascal sobre la prima de riesgo.

Ursula Von der Leyen anunció  que Europa necesitará cerca de un billón de euros para proteger a los ciudadanos y empresas. ¿Cómo puede absorber el mercado financiero mundial esta emisión de deuda junto a las de EEUU y otros países? ¿Esto no creará un terreno abonado para especuladores?

Soros propone esta solución de los bonos perpetuos que ya se ha usado en el siglo XX (Reino Unido en la Primera Guerra Mundial). Son bonos en los que no hay que devolver el capital y pagar un interés. El emisor en cualquier momento puede rescatar o amortizar los bonos.

Esta solución da tres ventajas más una clave que subyace.
1) Movilizan una gran capacidad de financiación a cambio de una carga fiscal baja. 
2) El mercado igual no es capaz de absorber una emisión de un billón de una vez. Se podría recaudar el monto en distintas cuotas o períodos sin emitir nuevos bonos.
3) El Banco Central Europeo puede adquirir estos bonos al igual que adquiere otros bonos de deuda pública.

La clave que subyace es sacar a la deuda que se genere de los mercados de deuda para que gente como Soros en los 90 no juegue a especular, ya que esa especulación puede romper la UE y al euro. Además el BCE puede comprar bonos perpetuos de forma masiva para financiar así la deuda. Es una elegante forma de activar la maquinita que hace billetes sin tocar la estructura legal y operativa de la UE y del BCE.

Está claro que si la Unión Europea no es capaz de articular un sistema de financiación de su Fondo de Recuperación saldrá malherida en su pilar básico: la SOLIDARIDAD entre sus miembros.

Ante una crisis nunca vista (Un coma inducido de la economía como lo define José Moisés Martín) es necesario atreverse, innovar y proponer. Estoy muy de acuerdo con la idea del Sr. Soros.

Llamémoslos bonos de solidaridad europea y empleémoslos en inversiones (I+D, Salud, digitalización de empresas...) y subsidios a personas para luchar contra la pandemia. La Comisión Europea debería ser la distribuidora de estos recursos a las distintas administraciones, llegando a los ayuntamientos como administración más cercana a la ciudadanía.

Si queremos que los perjuicios económicos y sociales de la pandemia no se eternicen hay que actuar de manera decidida e inteligente. Y atreverse a abandonar la ortodoxia que no nos ha funcionado

Esta herramienta que he descrito (bonos perpetuos) es perfectamente factible. ¿Lo intentarán?

jueves, 2 de abril de 2020

POSCERDAD 2020: LA MENTIRA COMO ESTRATEGIA

En 2017 escribí esta entrada en mi blog #Poscerdad (Posverdad sin ser políticamente correcto) y esta tarde la he estado releyendo.

Desde 2017 a hoy, en medio de la crisis del coronavirus, solo puedo decir que la posverdad ha seguido campando por nuestros lares. Hay esfuerzos encomiables para desmontarla como Newtral o Maldito Bulo, pero he de reconocer que es muy complicado pelear contra campañas de mentiras e insidias en redes sociales alimentadas por bots pagados por partidos políticos  o fortunas privadas. 

Las redes sociales tienen un gran poder para movilizar olas de indignación de forma acrítica. Byul Chung Han en su libro En el enjambre nos muestra como el enjambre digital provocado por esta hiperconectividad digital rompe el silencio y nuestra capacidad de reflexionar y pensar, impidiendo cuestionarnos los hechos objetivos.

Esta realidad unida a la generación de estímulos y falsa información en forma de mensajes, vídeos, eslóganes y memes muy bien diseñados crea un auténtico arsenal de destrucción masiva para nuestras neuronas y nuestras emociones positivas.



Siempre he defendido un concepto: #HayQueLeerMás. Recomiendo un magnífico libro de Daniel Kahneman (Pensar rápido, pensar despacio), que nos explica cómo funciona nuestro cerebro, nuestra mente. Estas campañas de manipulación y noticias falsas aprovechan este y otros conocimientos para alterar nuestra percepción y opinión. Si lo leeís podréis ser más conscientes de lo que pasa y combatirlo.

En estos días de hiperconexión digital os pido que seáis prudentes para no dejaros atrapar por estas insidias. De meme a memez solo hay un paso y mucho de lo que circula está dirigido a contaminar nuestra conducta y opinión. Comprobad la información que os llega. Goglear o investigar un poco además nos entretiene en estos momentos de encierro. Seamos críticos.

Desconfiad de los memes, de las frases sin contexto. Ignorad automáticamente las estadísticas sin fuente. Ojo con los videos y los audios de un amigo de un primo que vive cerca de…. Pasad de los perfiles en redes que se esconden tras alter egos y que son agresivos, insultan o mienten siempre con un claro sesgo.

Vivimos momentos en los que partidos políticos, grupos de presión, colectivos e incluso potencias extranjeras quieren manipular nuestras emociones para generar adhesión o repulsión. No les deis vuestros clics, vuestros me gusta, a medios de comunicación (intoxicación) y “estrellas” de las redes que mienten por sistema. No seais cómplices de sus beneficios económicos y políticos. No discutais con estos elementos, les pagan por eso y a tí no. Bloquea, denuncia e ignora. 

En las redes sociales públicas y privadas hay gente que nutre, cuida, informa, hace reír  y propone. Disfrutemos de ellos.

Son dias muy complejos con emociones y sentimientos encontrados. Hagámonos la vida un poco más fácil y aprendamos.

PD: Os pongo unos consejos para que no os la cuelen ¡¡¡


martes, 24 de marzo de 2020

Siempre vienen cambios

No soy epidemiólogo ni médico. No voy a hablar de patrones de contagio, proyecciones de enfermos y fallecidos. La crisis de esta pandemia provocada por el coronavirus va a provocar y acelerar los cambios en nuestra sociedad y economía. Quiero compartir con vosotros, en estos días de honda preocupación, una serie de reflexiones. 

La única certeza que tengo es que todos se mueve y que los cambios pueden ser a peor. Comparto el lúcido pesimismo de Pier Paolo Pasolini: “El mundo, por el contrario, lo que sí puede hacer es empeorar. Por eso es por lo que hay que luchar continuamente; y luchar, además, por un objetivo mínimo, es decir, por la defensa de los derechos civiles (cuando se hayan obtenido a través de anteriores luchas). Los derechos civiles están constantemente amenazados, constantemente en peligro de ser suprimidos. Es necesario, pues, luchar para crear nuevos modelos de sociedad, en los que el programa mínimo de los derechos civiles esté garantizado.”

Viene una recesión económica que puede igualar a la de 2008, como poco…



1) El valor de lo público.

Esta crisis sanitaria nos ha obligado a fijar nuestro foco de atención en el sistema público de salud. Ahora percibimos el enorme beneficio que supone para nuestra sociedad disponer de una sanidad universal y gratuita financiada a través de los impuestos. Tenemos un sistema sanitario de Schrodinger ya que decimos que es uno de los mejores del mundo y que, en esta crisis, tiene problemas graves. Ambas afirmaciones son ciertas pero la vanidad de la primera ha tapado a la realidad de la segunda. ¿Hemos vivido una década perdida para nuestro estado del bienestar?

En un momento de crisis hemos abandonado el feroz individualismo. (Recuerden a los que decían que el estado metía la mano en el bolsillo del ciudadano a través de impuestos. Están escondidos pero volverán). Ahora exigimos que el estado, la comunidad, nos saque del atolladero. ¿Qué ocurrirá cuando pase el shock? Yo solo espero que no olvidemos rápidamente la fuerza de la comunidad, de la solidaridad y que no prestemos atención a la miríada de cretinos que en redes y medios nos dirán que ellos ya lo vieron.

Desde lo público se tendrá que reconstruir la economía y la sociedad.cEl haber descuidado y recortado este espacio, haber apostado por privatizaciones encubiertas alegando falta de recursos me lleva a una pregunta. ¿De verdad no había recursos?¿Estamos dispuestos a pagar más impuestos? Esto me lleva a la segunda cuestión



2) El capitalismo cambiará o nos romperá

La suma de globalización, digitalización y ultraliberalismo se está mostrando como un acelerador de la desigualdad a nivel global tanto en la bonanza como en las crisis. Ha sido emocionante ver a liberales de todo cuño pedir a voces la intervención del estado para arreglar lo que la mano invisible, e inexistente, del mercado no puede arreglar. Hemos de romper ante la realidad vivida en la crisis de 2008 de privatizar beneficios para unos pocos y socializar las pérdidas para la gran mayoría.

Para salir de la crisis que viviremos hemos de contar con dinero y medios, y eso solo se logra a través de impuestos. Las rentas medias y altas tendrán que pagar más. Y si tienen dudas que recuerden siempre el ejército de personas con rentas bajas que les están protegiendo: policías, médicos, enfermeras, científicos… Y hemos de plantear si nuestra economía paga lo que tiene que pagar a quienes tiene que pagar.

Los mercados financieros y las grandes fortunas y fondos que tienen detrás no pueden permanecer ajenos a esta realidad y han de colaborar. Por ejemplo, no castigando los diferenciales de la deuda de los paises en crisis. Como sociedad hemos de responder a una serie de preguntas complejas: ¿Vamos a combatir de verdad el fraude fiscal? ¿Vamos a eliminar los paraísos fiscales y las figuras turbias como las empresas offshore? ¿Vamos a comprar entendiendo lo que significa comprar muy barato en cuanto a consecuencias negativas laborales o medioambientales? 

Los más que menos tenemos tendremos que producir y consumir para que esta rueda no pare. Esta crisis económica tiene mucho de catástrofe natural y hemos de actuar ante ella como tal. Es un choque en toda la cadena de valor, oferta y demanda se ven afectadas. Tendremos que inventar nuevas medidas y aplicarlas. Posiblemente tengamos que poner dinero en manos de quienes no tienen para que consuman y no se detenga la rueda de la economía. 

Si dejamos que nuestra economía y sociedad funcionen como hasta ahora ante cualquier pandemia o crisis que nos llegue sufriremos consecuencias dolorosas materiales y humanas. Esta pandemia nos ha hecho ver que la isla Europa es tan vulnerable como otras zonas del mundo. Y Europa me hace pasar al siguiente punto.

3) La falta de estrategia se paga con sangre.

La Unión Europea ha de demostrar que es útil no solo para las empresas o los mercados. Ha de cuidar y proteger a sus ciudadanos.

Europa ha de tomar su posición en el mundo entre un modelo ultraliberal y un modelo dictatorial. Nos van a intentar vender la seguridad del liderazgo autoritario los movimientos ultras de Europa y seducir con sus vacuas promesas a la ciudadanía. Los liberales deberán admitir que su omnisciencia ha pasado a mejor vida.

Europa ha de desarrollar una estrategia y cooperación común en salud, ciencia, medio ambiente, fiscalidad y economía. Solo así tendrá sentido y fortaleza ante los mercados sacar los eurobonos. Nadie comprará deuda de una entidad que no tenga una estrategia para ganar el futuro.

Hemos de tener industrias que nos permitan estar abastecidos y defendernos ante las crisis de todo tipo, hemos de disponer de reservas estratégicas de energía, alimentos, material sanitario, medicamentos y otros elementos que poder desplazar a la zona más necesitada. Necesitamos una estrategia de gestión de datos (big data) y uso de las inteligencias artificiales que nos permitan afrontar estas crisis sin renunciar a nuestros derechos de ciudadanos que viven en democracias.

Europa ha de ser un espacio de alta productividad y líder global en determinados campos que nos permita pagar y mantener nuestro estado del bienestar y nuestra forma de vida. No puede estar pasando por delante de nosotros la Inteligencia Artificial, el 5G y la generación de energía renovable sin tener una política de liderazgo.

Nuestras sociedades son liberales y han peleado décadas por conseguir derechos sociales y un Estado del Bienestar que estaban en peligro en 2008. Ahora vuelven a estarlos por que los partidos totalitarios y ultras intentarán sacar provecho de esto para beneficiar a sus identidades nacionales y a sus millonarios patrocinadores. Usarán un mix de nacionalismo, racismo, mentiras y el tóxico mensaje de que un estado centralizado y absoluto nos mantendrá a salvo.


La Unión Europea ha de adelantarse a un futuro complejo e incierto a través de estrategias flexibles basadas en grandes consensos ciudadanos y los valores que a día de hoy nos unen: democracia, libertad, igualdad, estado del bienestar y justicia social.

martes, 3 de octubre de 2017

Es un día para ser sincero.



Hola amigos y amigas.

Os lo aviso en el primer párrafo, me da igual que me tildeis de facha, de rojo, de buenista, de pijoprogre, de podemita o de viejoven.

En estos días de vértigo y asombro para los españoles en particular os quiero trasladar una reflexión. Sé que ahora es vuestro momento de arreglar el mundo tomando café, colgando banderas del balcón, insultar al otro bando, buscar alguien que os diga vuestras mentiras favoritas, pedir mano dura o colgar fotos manipuladas en redes sociales.

Cuando terminéis de hacer eso, que sirve de poco, y si sirve de algo es para cavar trincheras entre nosotros, el pueblo, los españolitos de dios y del demonio; insisto, cuando terminéis, haceros unas preguntas.

1) ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
2) ¿Esto tiene algún arreglo?
3) Alguien tendrá que responsabilizarse del destrozo, ¿no?

Os quiero dar una idea minúscula entre tanta columna de opinión, tanto tuit, tanto cuñado y tanto tertuliano desbocado en la TDT.


La culpa es nuestra por habernos dejado infantilizar. Hemos dejado que las élites y gran parte de la clase política nos traten como niños estúpidos. Les hemos creído cuando decían cosas como: 
El pueblo cuando vota no se equivoca nunca. Guay, mirad Estados Unidos. Mirad España.
Es mejor tener un trabajo precario que no tener trabajo. Cuando dicen precario quieren decir esclavo. Estupendo.
La corrupción es un problema de todos los partidos políticos, son todos iguales. Bueno, aquí los hay menos iguales que otros. Y los hay mucho más iguales. Maravilloso.
Sé lo que quiere el pueblo. Por supuesto, tú has hablado con los 40 millones de españoles o los 7 millones de catalanes y sabes lo que queremos. Lo haces a diario. Epatante.

Nos tratan como a simples por que hacemos cosas de simples. Como votar a simples y repetir argumentos planos. Y escuchar reguetón...

En serio, hay que crecer. Entender que hay que convivir, respetar al otro, y que si alguien no cumple las normas de convivencia y las leyes ha de ser castigado, incluso ir a la trena.

No podemos ser tan ilusos de creer que si te resistes a la orden de un policía no te estás jugando un porrazo, no podemos ser tan tontos como para creer que los pirómanos apagarán el fuego, de que a un señor que cree que está en posesión de la verdad absoluta le vas a convencer. No es creíble que el independentismo/nacionalismo no tenga una raíz xenófoba e insolidaria. No podemos hacer caso a políticos más pendientes de ser tuitstars que de pensar, no podemos creer a los que cambian de discurso en función de la ciudad en la que amanezcan. No podemos creer a los que están contando todo el rato cuantos votos ganan o pierden. Es estúpido creer la objetividad  de los medios de comunicación que cobran subvenciones y publicidad del estado o de las autonomías (Esos datos los mantienen ocultos, curioso, y casi nadie los investiga y no hables de publicarlos).

Si me preguntas como puede salir España con Cataluña de esta situación os digo que yo no lo sé. Yo si sé que con mentiras no lo conseguiremos. Que sin talento, valor y generosidad tampoco lo conseguiremos. Que repitiendo maneras, consignas y errores no conseguiremos nada. Creo que hay una generación de políticos que ha demostrado su absoluta inutilidad. En todos lados. Hay un rey al que estamos esperando. Hay catalanes que necesitan sentirse apoyados. Hay una doble fractura social en España y Cataluña que hay que sanar. Hay un estado democrático en entredicho.

En este momento os diréis, bueno, ¿no vas a dar ningún nombre pidiendo su detención, dimisión, extradición o excomunión?

No lo hago, por que el niño que llevo dentro me dice que los políticos son muy responsables y mucho responsables y que la ley es igual para todos, sobre todo si tienes amigos, y que si la ley no me gusta la cambiamos y pongo otra más chupiguay. 

Decidlo vosotros. Creced y mojaros. Para variar. La mayoría silenciosa en las democracias se convierte en el pueblo que sufre las dictaduras.


Son los momentos como estos en los que se diferencian a los niños de los adultos. A los ciudadanos de los siervos.

miércoles, 3 de mayo de 2017

La Poscerdad (Sí, lo he escrito bien)

No dejes que la verdad te estropee una buena noticia.
William Randolph Hearst

Estas líneas no son el “Yo acuso” de Zola, ni siquiera llegarán al nivel de uno de los cabreos semanales de Pérez Reverte o Millás. Creo imprescindible un neologismo que sustantive lo que estamos viviendo en este vertiginoso 2017.

Os propongo que adoptemos la palabra poscerdad (Sí, no me he equivocado al teclear.) Poscerdad es el acto de mentir conscientemente, sin sonrojo ni mesura, manipulando la razón y las emociones para conseguir los propios fines. Vamos, mentir cerdamente y con descaro usando emociones y datos sesgados para provocar el asentimiento de las personas a las que te diriges.

Con esta palabra quiero obliterar ese concepto de posverdad. Posverdad es decir de forma políticamente correcta: se miente. Lo políticamente correcto es una forma de negar la evidencia atemperándola, escondiéndola, disfrazándola.

Elegimos decir posverdad porque, hay que ver, que violento es decir que alguien miente, que nos la está colando con calzador.

Pues usar este palabrita nos ha fastidiado bien. El lenguaje es poderoso. Cuando a algo le cambias el nombre ya no es lo mismo, ya no nos es tan querido, ni tan temido, ni tan amado, ni tan odiado. Con un sencillo cambio de nombre lo que hemos conseguido es eliminar la barrera entre la verdad y la mentira, la realidad y los hechos alternativos (que son mentiras de las gordas), igualamos los datos y las impresiones.

Los que practican la poscerdad se caracterizan por su descaro, su jeta, su absoluta confianza en la manipulación de las emociones, las percepciones y el lenguaje. Y, sobre todo, en nuestra bendita estupidez individual y colectiva.

El populismo es poscerdad. Arrogarse la representación de un todo es poscerdad. Hacer promesas electorales que no vas a cumplir es poscerdad. Firmar contratos que no piensas cumplir es poscerdad. Pedir facturas sin Iva y quejarte de Hacienda es poscerdad. Hablar de la patria y tener cuentas en Suiza es poscerdad. Dar noticias basadas en fotocopias manipuladas es poscerdad.

La poscerdad se nutre de cerebros inertes como el tuyo y el mío. De mentes acríticas. De intelectos débiles. Del miedo a perder lo mucho o poco que se tiene. De darle a compartir en redes sociales sin cuestionarte qué es lo que estás compartiendo.

Creo que tenemos un buen nombre. POSCERDAD. Usémoslo. Vivimos en algo que puede ser una era, un período de tiempo que termine de destruir lo colectivo ya que sin un mínimo de confianza las relaciones humanas no son posibles.

Os propongo que usemos el nombre para exterminar el concepto. Matemos a la mentira

Repito. La poscerdad nos está jorobando bien. Gracias a ella nos gobiernan. Seguimos comprando sin pensar lo que compramos cuanta sangre y pobreza cuesta. Existen los nacionalismos. Volverá la burbuja inmobiliaria. Nos preocupamos de si Messi ha hecho la digestión o Cristiano va bien peinado. 

Si habéis llegado hasta aquí tenéis mi admiración, respeto y amor.

¿Y AHORA qué?
Las palabras sin acción no valen un chavo. Combatid a la poscerdad. Entrad en guerra con la mentira. Chillad, escribid, tuitead, votad, firmad en change.org. Hacedle fotos y subidlo a Instagram. Etiquetadlo en redes sociales. #poscerdad

Leed, informaros, contrastar los datos, consultad fuentes. NO os creáis lo primero que os cuentan.

¡Decidlo! Esto es #poscerdad. Y que la luz de la verdad la desintegre a ella y a sus adoradores. Acabemos con los mentirosos, grandes y pequeños. 

Si pese a todo la poscerdad vence, tenedlo claro, solo será por nuestra culpa.


domingo, 12 de junio de 2016

Los ejes del mal de la economía española


 Hola amigos y amigas.
Nuestra economía es un puñetero desastre.

Estoy preocupado. Nuestros políticos y creo que también una gran parte de la ciudadanía no se enteran de que esto es grave.


Sí, a 12 de junio de 2016 lo digo así de clarito. Lo escribo antes de las elecciones, en plena campaña . En estas elecciones de calculadora, tuit y cargarle el mochuelo a otro hay algo aterrador. Hoy, 12 de junio, no veo a nadie capaz de generar por sí solo un proyecto ilusionante y de futuro para España. Para todos los que vivimos en este país y sobre todo para los que pagamos impuestos aquí. Por mucho que me lo presenten en un catálogo de IKEA o me digan que no había otra forma de hacer las cosas. Espero poder decir dentro de 10 días me equivoqué. (Modo pesimista desconectado, pasemos al análisis).

Para ese proyecto, al que me gustaría contribuir de alguna forma cuando surja, os quiero lanzar una serie de ideas que me rondan por la cabeza. ¿Qué caracteriza a la economía española que la diferencia negativamente de las de su entorno? Esas diferencias negativas son los  EJES DEL MAL. Y si no decidimos, como sociedad, afrontarlas, nos espera un futuro de pobreza.
Debido a la brevedad que requiere esta forma de comunicación haré una enumeración. Si os interesa que entremos en profundidad en alguno de los elementos me comprometo a futuros post si así lo pedís.

Así nos vamos a quedar como no espabilemos.


Estos ejes son:
  1. Economía sumergida y dinero negro, la sangre del mal. Si hubiera que ponerle un epitafio a nuestra economía este sería: ¿lo quiere con factura o sin factura? Es un problema de valores, leyes y medios. La corrupción bebe de esa sangre.
  2. La baja productividad comparada con la media europea y el modelo de competencia basado en los bajos salarios.
  3. Economía del siglo XX en el siglo XXI. No entendemos la digitalización, ni la economía colaborativa, ni preparamos un modelo energético e invertimos en I+D+i la mitad de la media europea.
  4. Deuda Pública y déficit público: las torres de Mordor.Nuestro sistema fiscal no es capaz, a día de hoy, de mantener nuestro estado del bienestar.
Es imprescindible una estrategia común para revertir esta situación, y la becesitamos para hace 6 meses.

Sé que no es mi post más brillante, pero sí es el que he escrito con más preocupación en mucho tiempo.

¿Estás de acuerdo? ¿Falta algún elemento que juzgues clave? ¿Qué medidas tomarías?

viernes, 1 de abril de 2016

Déficit y deuda: el ministro que se hace trampas en el solitario

No me he podido resistir al reto que me ha lanzado mi buen amigo Javier Baigorri.
-No hay huevos de escribir sobre el déficit público.
-¿Como que no?

De entrada, vamos a lo básico, déficit público significa que nuestro estado ha gastado más de lo que ha ingresado. En este caso hablamos de un déficit del 5,16% del PIB español. Eso traducido a euros son unos 56.000 millones. A pesetas, paso, que nos va a dar algo.

El déficit cerró el 2015 en el 5,16% del PIB

Oiga, ¿tener déficit es bueno o malo? No es lo mejor que te puede pasar. Indica que no sabes presupuestar, que se te ha ido la mano con el gasto, o que tienes menos ingresos de lo esperado, o todo a la vez. Otro problema del déficit es que tienes que pagarlo a través de la generación de deuda pública. Y otro problema, es que es un punto mayor a lo que le dijiste a la UE que ibas a tener. Vamos, que nos van a pedir recortes adicionales. Así que el gobierno que salga que se prepare. O bien podemos estar en interinidad eterna hasta que se olviden de nosotros, repitiendo elecciones y postureos de negociaciones, por si cuela.

Que solo nos hemos desviado un poquito así, oiga.



¿Quién tiene la culpa? El señor ministro en funciones (Cristóbal  Montoro) dice que él no ha sido, que la culpa es de las comunidades autónomas. Y eso parece.

A mí que me registren

Se le olvida un detalle al Sr Montoro, ha sido año electoral. Hay una ley no escrita que dice: en año electoral se dispara el gasto público. Os voy a poner un ejercicio de investigación sencillito. ¿Quién gobernaba las comunidades autónomas antes de las elecciones de este verano y ejecutó gasto a manta? ¿Quién se va a comer el big brown de los recortes que va a pedir el ministro en funciones?
¿Por qué el ministerio en abril no dijo todos quietos con la chequera?

Otro detalle: el déficit de la Seguridad Social. Eso si es 100% responsabilidad del gobierno. Pues es de 15.000 millones. Está claro que la reforma laboral que ha favorecido la precarización del empleo y los bajos sueldos algo ha ayudado, ¿no?

Tenemos un panorama negro a la vista por una serie de motivos de peso
  1. Después de tanto sacrificio social las cuentas siguen desequilibradas. 
  2. El ministro y sus técnicos no han acertado con ningún presupuesto en la legislatura. No les cree nadie. Si creciendo al 3% te cuesta recortar déficit es que algo no cuadra.
  3. La UE nos va a pedir una lista de los reyes magos pero en chungo, en vez de traernos regalos nos los van a quitar.
  4. No se ha realizado ningún avance en la lucha contra la economía sumergida o el fraude fiscal a gran escala.
  5. Manda narices que el ministro en funciones diga que esto se le ha desviado por que ha tenido que pagar los medicamentos de los enfermos de hepatitis. En cambio el sobrecoste de la corrupción o la mala gestión ni lo menciona. Dice mucho de sus valores.
 Creo que una gran mayoría de los ciudadanos pensamos que los que tienen que pagar esta desviación del déficit son: quienes nos defraudan no pagando impuestos, los corruptos y los beneficiados por las corruptelas.

Este incumplimiento del déficit es una más de las muchas señales de la manifiestamente mejorable gestión económica que se está realizando en España.

 ¿Os preocupa el déficit? ¿Estais preparados para lo que viene detrás?

Bonos perpetuos de solidaridad europea

Hoy he leído una reflexión de George Soros en el diario El País  sobre lo idóneo que sería para la UE financiar la deuda en la que van a in...