domingo, 1 de febrero de 2015

Dirección de transición: el Señor Lobo en su empresa

Entre los muchos vicios socialmente aceptados que tengo destaca uno poderosamente: Soy un fanático de Tarantino. Esto viene a colación porque en su magnífica "Pulp Fiction" encontramos una metáfora perfecta de lo que es un interim management o director de transición. Creo que es una figura muy interesante para las empresas en estos momentos de ajetreo permanente que vivimos.

En una de las escenas de esta película (Aviso: todo lo que voy a contar es un spoiler) los dos protagonistas, Vincent Vega (John Travolta resucitado) y Jules (Samuel L. Jackson con peluca afro) terminan en casa de un amigo escondidos con un coche en cuyo asiento trasero llevan un fiambre y litros de sangre esparcidos en el interior. Llaman a su jefe pidiendo ayuda, el cual les manda al Señor Lobo (Harvey Keitel, bendito sea.)  Su frase de presentación es "Hola, soy el señor Winston Lobo. Soluciono problemas". Analiza la situación, les explica como salir del problema, les da instrucciones concretas y dirige sus actos para conseguir salir del atolladero.

Un director de transición desarrolla un papel muy similar al del Señor Lobo, pero sin el estilo mafioso. Es un ejecutivo de alta cualificación o experiencia al que contrata una empresa durante un tiempo limitado para conseguir unos objetivos. Es una figura que se utiliza en momentos de estress organizacional o en momentos clave como el lanzamiento de un producto, o como en el caso expuesto, en un momento de crisis o de crecimiento en el que te están sobrepasando las circunstancias y el equipo directivo está desbordado (De hecho Jules y Vincent están mucho más que desbordados, están a medio paso de ir a chirona).

El director de transición pacta el tiempo que va a estar y su remuneración así como el plan de trabajo. Su prestigio depende de que el trabajo encargado salga bien. Y de su prestigio depende que lo sigan contratando. Su tarea se establece en base a objetivos lo que garantiza su implicación en la empresa. Y se adapta rápidamente a la nueva situación.

Los interim managers intervienen en situaciones excepcionales y normalmente urgentes. Se trata de una práctica bastante extendida en países como Inglaterra o Estados Unidos pero poco habitual aún en nuestro país. La principal ventaja para la empresa es que no ha de contratar a un nuevo directivo, con lo que el coste no es fijo, sino variable. El interim manager, además, no amenaza la posición del resto de directivos, porque no está ahí para quedarse.

Esta figura además no es exclusiva de grandes empresas. Pensemos en una start up cuyos miembros son magníficos ingenieros pero carecen de  habilidades directivas, con esta figura tienes a un coste reducido y de forma temporal a un profesional que te ayudará en el despegue de tu negocio. Con un Señor Lobo cerca duermes más tranquilo. Que tienes una negociación con clientes, el Señor Lobo te asesora; pelea entre los socios, el Señor Lobo os calma y os ayuda a buscar puntos de encuentro; que estais desbordados por proyectos, el Señor Lobo os monta y dirige el flujo de trabajo. Suple carencias estratégicas en momentos decisivos.

No puedo terminar este post sin darme el gusto de poneros un link a esta escena de la que hablo al comienzo el texto para que conozcais en persona al caballero. Parad máquinas tres minutos y relajaros. Y gracias por leerme.

https://www.youtube.com/watch?v=ULLsucrwSf4





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